Había una anciana que padecía de escrófula, lo que preocupaba demasiado al hijo cierto día, encontró a un curandero, le pidió que fuera a ver a su madre, quien después de ver las lesiones dijo: tendré que ir a buscar una medicina para tu madre Al poco rato regresó con algunas remas recién cortadas después de la cocción se las dio a tomar a la anciana
A los cuantos días, las lesiones desparecieron completamente La anciana personalmente fue a la casa del curandero a agradecer por su excelente tratamiento El joven, mostró interés por el estudio de las plantas, sin embargo, el curandero, decidió regresar a su tierra natal Fue personalmente a despedirse de la anciana, la cuál mostró su gratitud hacia el curandero
Personalmente condujo al joven hasta la montaña, para mostrarle dónde se produce tal planta Esta es la planta específica para tratar escrófula, pero recuerda siempre que el viento del otoño seca la planta. Pasó el tiempo, el curandero se había marchado En la pared del palacio se colocó un aviso solicitando algún médico que supiera curar la escrófula, pues la madre del funcionario padecía de dicho mal
 
El joven inmediatamente acudió ante el funcionario diciendo: Gran señor, conozco un remedio muy eficaz para esta enfermedad El joven condujo al funcionario a buscar dicho remedio, buscaron por todas partes sin encontrar aquella planta Por engañar al jefe, el joven incauto recibió 50 azotes Hacia el verano el curandero regresó, el joven comentó la paliza que había recibido por culpa del medicamento  
El curandero nuevamente condujo al joven al sitio donde crecía la hierba, a lo que joven comentó: Que curioso, la planta aparece sólo cuando tú estás Te lo dije, esta planta al llegar el verano se seca Ah!!, por tonto recibí 50 azotes Para que no se vuelva a olvidar, a esta planta se le conoce como la planta que se seca en el verano